El músico británico enfrenta una investigación por presunto delito de odio en Alemania
Roger Waters es un músico y compositor británico, cofundador Pink Floyd, considerada una de las más influyentes en la historia de la música moderna.
Se convirtió tras la marcha de Syd Barrett en el compositor conceptual de la banda, y es conocido por sus álbumes de rock progresivo y sus espectáculos con fuerte carga política y social.
Un concierto polémico
El pasado 22 de mayo, Waters ofreció un concierto en Berlín como parte de su gira This Is Not A Drill, que ha sido objeto de duras críticas por parte de asociaciones judías y autoridades municipales de diversas ciudades alemanas.
La polémica se desató cuando Roger Waters se vistió de oficial nazi y “disparó” al público con una metralleta durante la interpretación de un tema en el que asume el personaje de un dictador.
Además, proyectó en las paredes los nombres de diversas víctimas de la violencia estatal, entre ellas la joven judía Anne Frank, asesinada en el Holocausto, y la periodista palestina Shireen Abu Akleh, que murió en 2022 por disparos de soldados israelíes.
Roger Waters enfrenta una investigación por posible incitación al odio
La policía de Berlín ha abierto una investigación contra Roger Waters por posible incitación al odio.
Después de que su espectáculo fuese condenado por el Ministerio de Exteriores israelí.
La vestimenta de estilo nazi con la que Rogers salió a escena es susceptible de “enaltecer” la violencia nacionalsocialista de una forma:
“hiriente para la dignidad de las victimas” y, por consiguiente, “alterar el orden público”, declaró un portavoz de la policía.
El Ministerio de Exteriores israelí acusó a Roger Waters de haber:
“ensuciado el recuerdo de Anne Frank y de los seis millones de judíos asesinados en el Holocausto”.
En versiones anteriores del espectáculo, Waters había hecho ascender sobre el escenario un globo con forma de cerdo con el símbolo de la estrella de David, que en esta ocasión se vio sustituido por los nombres de empresas armamentísticas.
La defensa de Roger Waters basada en la libertad artística
Roger Waters se ha defendido alegando que su concierto es una obra artística que pretende denunciar el fascismo y el militarismo en el mundo.
Ha afirmado que no es antisemita, sino crítico con las políticas del gobierno israelí hacia los palestinos. Ha señalado que su uso del símbolo nazi es una forma de ironizar.
Sobre los líderes autoritarios que abusan del poder y que su intención es provocar una reflexión en el público.
Waters ha contado con el apoyo de algunos artistas y activistas que han defendido su derecho a la libertad artística.
Además expresar sus opiniones políticas.
Un tribunal falló a favor del músico cuando el Ayuntamiento de Fráncfort rescindió el contrato para actuar en la sala municipal el próximo 28 de mayo.
El tribunal argumentó que no hay indicios de que Rogers haya incurrido en ningún delito penado y que por ello su actuación está cubierta por el principio de la libertad artística.