El dueño de TV Azteca celebró sus 67 años con una multitud de empleados en la Arena Ciudad de México
Ricardo Salinas Pliego, el tercer hombre más rico de México, se dio el lujo de organizar una fiesta de cumpleaños masiva en la Arena Ciudad de México, un recinto de su propiedad con capacidad para más de 22 mil personas.
El evento, que duró desde las 19:00 horas del martes 17 de octubre hasta pasadas las 3 de la mañana del miércoles 18, fue una muestra de su poder económico, político y mediático, así como de su ego desmedido.
Salinas Pliego, quien cumplió 67 años el pasado 19 de octubre, invitó a miles de empleados de sus numerosos negocios.
Entre los que destacan TV Azteca, Elektra, Banco Azteca y Totalplay.
Los asistentes recibieron playeras, cachuchas, pulseras y vales para una comida chatarra y dos bebidas.
Además, disfrutaron de un espectáculo musical con la participación de la “Banda El Recodo”, que le regaló una tambora al festejado.
Pero la fiesta no fue solo diversión.
También fue una oportunidad para que Salinas Pliego se lanzara contra el Gobierno encabezado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien no mencionó por su nombre, pero sí por su apelativo despectivo: “los gobiernícolas”.
El magnate se presentó como un líder opositor y un ejemplo de éxito para sus seguidores, a quienes arengó a exigir más a las autoridades y a cambiar la situación del país.
Salinas Pliego se mostró como un líder opositor y un ejemplo de éxito para sus seguidores
“¿Por qué salir a decir las cosas como las veo? ¿Por qué? Porque es lo correcto, porque espero que ustedes también lo hagan. Ustedes tienen que exigirle más a los gobiernícolas”, dijo Salinas Pliego desde el escenario, donde estuvo acompañado por su esposa Ninfa Sada y sus hijos.
El empresario advirtió que su discurso era la condición para asistir a su fiesta: “Como los invité a mi fiesta, ahora se joden, porque tienen que oír mi discurso”.
Salinas Pliego también dio una lección de cómo alcanzar el éxito en la vida, basada en su propia experiencia.
“Estamos como estamos porque somos como somos. Si usted quiere estar de manera diferente, tiene que pensar y ser de manera diferente. Y eso es lo que a mí me inspira a seguir adelante aquí, que vean que sí se puede, que sí podemos aspirar a ser mejores y que depende de nosotros”, afirmó.
El dueño de TV Azteca no hizo ninguna referencia a los privilegios que ha obtenido gracias a su cercanía con los presidentes de México, como Carlos Salinas, quien le entregó la televisora estatal Imevisión, que renombró como TV Azteca y que compró con un préstamo de su amigo Raúl Salinas, “El hermano incómodo”.
Tampoco mencionó que no paga los más de 30 mil millones de pesos en impuestos que le debe al fisco.
La celebración de Salinas Pliego no tiene antecedentes en México.
Ningún multimillonario se había organizado, en un gigantesco local, una fiesta de cumpleaños, con cervezas y alimentos.
Tampoco es fortuito: En algún momento jugueteó con la idea de buscar la Presidencia de México.
Por ahora ya se le pasó el tiempo, pero apoya a un ultraderechista como él: El actor Eduardo Verástegui.
El evento fue transmitido en vivo por TV Azteca y por las redes sociales del empresario.
Los locutores de la televisora se deshicieron en elogios hacia su jefe y lo calificaron como “un ser inteligente”, “un genio”, “un chingón” y “el tío Rochi”.
La fiesta fue presentada como un “fiestón en nombre de la libertad”.
Aunque muchos criticaron el riesgo sanitario que implicaba reunir a tanta gente en medio de la pandemia por COVID-19.
Salinas Pliego ha sido uno de los principales detractores de las medidas de prevención y confinamiento impuestas por el Gobierno para contener el virus.
El empresario ha minimizado la gravedad de la enfermedad, que ha causado más de 300 mil muertes en México, y ha promovido el uso de medicamentos sin eficacia comprobada.
Incluso, se ha burlado de quienes usan cubrebocas y se vacunan.
La fiesta de cumpleaños de Salinas Pliego fue una muestra más de su desdén por el Gobierno y por la población.
El multimillonario se hizo una noche para nutrir su ego y para desafiar a las autoridades.
Mientras tanto, millones de mexicanos siguen padeciendo la crisis económica, social y sanitaria que azota al país.
