Katy Perry y Orlando Bloom se despiden
La ruptura entre Katy Perry y Orlando Bloom ha sido confirmada oficialmente tras semanas de rumores en medios internacionales. Mediante un comunicado compartido con UW Weekly, se ha informado que la pareja ha decidido redefinir su vínculo para enfocarse en la crianza compartida de su hija. Esta decisión pone fin a una relación de casi una década marcada por altibajos y una profunda conexión emocional.
Una relación que evolucionó con los años
Desde que comenzaron a salir en 2016, Katy Perry y Orlando Bloom fueron considerados una de las parejas más populares del espectáculo. Aunque en 2017 se vivió una primera ruptura, el compromiso fue retomado en 2019, sin llegar a celebrarse una boda formal. En 2020 nació su hija, Daisy Dove, fortaleciendo su lazo como familia, aunque las diferencias personales se harían más evidentes con el tiempo.
Una separación marcada por la distancia
Durante los últimos meses, su distanciamiento fue percibido públicamente. El actor asistió solo a la boda de Jeff Bezos y Lauren Sánchez, mientras Katy Perry recorrió Australia en su gira ‘Lifetimes Tur’, acompañada por su hija. En uno de sus conciertos en Adelaida, la cantante se emocionó al agradecer a sus seguidores su apoyo incondicional, lo que fue interpretado como un reflejo de su situación personal.
Prioridad: la estabilidad de su hija
El comunicado compartido por sus representantes fue claro: la prioridad absoluta será su hija en común, y se mantendrá una relación de respeto y afecto mutuo. “Orlando y Katy han cambiado su relación en los últimos meses para centrarse en la crianza compartida”, se ha expresado. También se enfatizó que ambos desean continuar siendo considerados como familia, manteniendo un entorno amoroso y estable para Daisy.
Nuevos caminos por separado
Mientras Katy Perry ha decidido concentrarse en su carrera musical y el cuidado de su hija, Orlando Bloom ha compartido mensajes sobre “nuevos comienzos” en sus redes sociales. A pesar de la separación, no se han generado conflictos públicos, lo que sugiere que la ruptura ha sido gestionada con madurez y discreción.
Después de casi diez años juntos, se ha dado cierre a una historia de amor muy seguida por el público. Ahora, Katy Perry se prepara para una nueva etapa, con su música, su hija y una renovada visión personal.