El origen y la frecuencia de los microsismos en la CDMX
La noche del 10 de mayo, el Día de las Madres, terminó con una sorpresa para muchos habitantes de la Ciudad de México: un sismo de magnitud 3 con epicentro en la alcaldía Magdalena Contreras. Aunque la alerta sísmica no se activó por la baja intensidad del movimiento, algunas personas lo percibieron como una fuerte sacudida o un jalón. Pero eso no fue todo. Durante las horas siguientes, se registraron al menos ocho réplicas con el mismo epicentro, y una más con epicentro en la alcaldía Cuauhtémoc.
Todas ellas ocurrieron a una profundidad de aproximadamente un kilómetro, lo que hace que se sientan más intensas cerca del lugar de origen.
Afortunadamente, no se reportaron daños ni incidentes por estas replicas, pero sí muchas dudas sobre por qué se están volviendo más comunes los sismos con epicentro en la CDMX.
Las posibles causas de los sismos locales
Las replicas en realidad no son inusuales ni predicen movimientos más fuertes.
Los sismos en toda la Cuenca de México se deben a la reactivación de antiguas fallas, a la acumulación de tensión regional y al hundimiento del Valle de México.
“También existe la hipótesis de que los grandes sismos generados en la costa pudieran dar lugar a condiciones de desequilibrio y desencadenar sismos locales”
–Se lee en un reporte especial del Sismológico Nacional.
En todo caso, la composición de la Cuenca de México es compleja a nivel tectónico, así que los desplazamientos no son extraños. Dentro y alrededor de Ciudad de México hay seis fallas que han sido investigadas porque cerca ocurren sismos de bajas magnitudes.
Las fallas son al norte la de:
Chiquihuite, al oriente la de Santa Catarina, al sur las de Tenango y La Pera y al poniente las de Santa Fe y Ayotuzco.
La importancia del monitoreo sísmico
El sistema de alertamiento sísmico no funciona para las replicas de CDMX porque la red de sensores no está planeada para detectar sismos en la ciudad.
Incluso de haber sensores, no habría tiempo para hacer el alertamiento antes de que el sismo fuera percibido.
Lo que sí tiene Ciudad de México es una red de 170 estaciones de registro sísmico que transmiten datos en tiempo real al Sismológico Nacional y al Instituto de Ingeniería.
Estos datos permiten conocer mejor el comportamiento sísmico de la zona y tomar medidas preventivas para reducir los riesgos.
Por eso es importante estar informados y preparados ante cualquier eventualidad. Recuerda que puedes consultar el catálogo de sismos de los últimos tres días en la página del Sismológico Nacional.