Los beneficios de una alimentación saludable para prevenir el deterioro cognitivo
Un estudio revela que las mujeres que siguen una dieta sana en la mediana edad tienen menos riesgo de padecer demencia en la vejez
La dieta es uno de los factores que más influye en nuestra salud, tanto física como mental.
Una alimentación equilibrada y variada, rica en frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, frutos secos y semillas.
Baja en grasas saturadas, sodio y azúcar, puede ayudarnos a prevenir muchas enfermedades crónicas.
Como la obesidad, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.
Pero ¿sabías que la dieta también puede tener un impacto en tu función cognitiva y tu memoria?
Un estudio publicado en la revista científica Alzheimer’s & Dementia ha demostrado que las mujeres que siguen una dieta saludable en la mediana edad (entre los 40 y los 60 años) son menos propensas a padecer pérdida de memoria y otros deterioros cognitivos durante la vejez.
La investigación, dirigida por científicos de las facultades de medicina de la Universidad de Nueva York y de Columbia.
Concluye que la modificación del estilo de vida de las mujeres en la mediana edad repercute en una mejora de la función cognitiva a partir de los 60 años.
Los resultados del estudio
El estudio se basó en el seguimiento médico de más de 5,000 mujeres de las más de 14,000 inscritas en el Estudio de Salud de la Mujer de la Universidad de Nueva York.
Uno de los más antiguos de este tipo que examina el impacto del estilo de vida y otros factores en el desarrollo de los cánceres más comunes entre las mujeres, así como otras enfermedades crónicas.
Los científicos analizaron los datos que las participantes dieron sobre su alimentación.
En cuestionarios llevados a cabo entre 1985 y 1991, cuando se inscribieron en el estudio y tenían, de media, 49 años.
La salud de las participantes fue seguida durante más de 30 años (edad media de 79 años).
Con especial atención a cualquier deterioro cognitivo sufrido cuando se iban haciendo mayores.
Para evaluar el estado cognitivo de las mujeres, los investigadores utilizaron un cuestionario con seis preguntas médicas estándar que son indicativas de un posterior deterioro cognitivo leve.
Que desemboca en demencia y que abordan las dificultades para recordar acontecimientos recientes o listas de la compra.
Comprender instrucciones orales, conversaciones en grupo, o moverse por calles conocidas.
Los resultados del estudio mostraron una relación significativa entre la calidad de la dieta en la mediana edad y el riesgo de deterioro cognitivo en la vejez.
Las mujeres que llevaron una dieta más sana de jóvenes, eran un 17% menos propensas a manifestar deterioro cognitivo de mayores.
“Tras más de 30 años de seguimiento, hemos visto que cuanto mayor es la prevalencia de una dieta saludable en la mediana edad, menor es la probabilidad de que las mujeres presenten problemas cognitivos mucho más adelante”, señala el autor principal, Yu Chen, investigador y profesor de la Universidad de Nueva York.
¿Qué alimentos son buenos para el cerebro?
Los autores del estudio sugieren que una dieta saludable para el cerebro debe incluir alimentos vegetales ricos en potasio, calcio y magnesio, como las frutas (especialmente los frutos rojos).
Las verduras (especialmente las de hoja verde), los cereales integrales, las legumbres, los frutos secos y las semillas.
Estos alimentos contienen antioxidantes, vitaminas y minerales que protegen las células nerviosas del daño oxidativo y la inflamación.
Además, estos alimentos ayudan a regular la presión arterial y el colesterol, dos factores que pueden afectar al flujo sanguíneo cerebral.
Por otro lado, una dieta saludable para el cerebro debe limitar el consumo de grasas saturadas (presentes en carnes rojas, embutidos, lácteos enteros y productos de repostería).
Sodio (presente en la sal y los alimentos procesados) y azúcar (presente en bebidas azucaradas, dulces y postres).
Estos alimentos pueden aumentar el riesgo de obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares y Alzheimer.
Al favorecer la acumulación de placas de amiloide y la formación de ovillos neurofibrilares en el cerebro.
Que son las principales características patológicas de esta enfermedad.
La importancia de la prevención
El estudio tiene algunas limitaciones, como el hecho de que se basa en la memoria y la autoevaluación de las participantes.
Que puede estar sesgada por factores como el nivel educativo, el estado socioeconómico o el acceso a la atención médica.
Además, el estudio se centró solo en mujeres blancas.
Por lo que habría que realizar más investigaciones en distintos grupos raciales y étnicos para determinar si los resultados son generalizables a toda la población.
Sin embargo, el estudio aporta evidencia sobre la importancia de la prevención del deterioro cognitivo y la demencia mediante la adopción de hábitos saludables desde edades tempranas.
La dieta es uno de los pilares fundamentales para mantener un cerebro sano y activo, pero no el único.
También se recomienda practicar ejercicio físico regularmente, mantener una vida social activa, estimular el cerebro con actividades intelectuales y creativas, dormir bien y evitar el estrés, el tabaco y el alcohol.