viernes, julio 26, 2024
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Hades: el mito del señor del Inframundo

¿Quién era Hades y cómo llegó a gobernar el reino de los muertos?

¿Quién era Hades y cómo llegó a gobernar el reino de los muertos?

Hades es uno de los dioses más conocidos de la mitología griega, su nombre se asocia con el Inframundo, el lugar subterráneo donde iban las almas de los difuntos.

Pero, ¿cómo se convirtió en el amo y señor de ese oscuro dominio? ¿Qué características tenía su reino y qué historias se cuentan sobre él?

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El origen de Hades

Hades era hijo de Cronos, el dios del tiempo, y de Rea, la diosa de la tierra. Según el mito, Cronos devoraba a sus hijos al nacer, pues temía que lo destronaran como él había hecho con su padre.

Sin embargo, Zeus, el más joven, logró escapar y liberar a sus hermanos, entre ellos Hades. Juntos, libraron una guerra contra los titanes, los antiguos gobernantes del mundo.

Al vencerlos, se repartieron la creación por sorteo. A Zeus le tocó el cielo, a Poseidón los mares y a Hades el Inframundo.

El Inframundo griego

El Inframundo era un lugar neblinoso y sombrío, donde las almas de los muertos permanecían para siempre.

Para llegar allí, debían cruzar el río Aqueronte, guiados por el barquero Caronte, que cobraba una moneda por su servicio.

Por eso, los vivos solían dejar una moneda en las tumbas de sus seres queridos.

Al otro lado del río, se encontraban con Cerbero, un perro de tres cabezas que vigilaba la entrada al reino de Hades.

El Inframundo tenía varias secciones, según el destino de las almas.

Los Campos Elíseos eran el lugar de los héroes y los virtuosos.

Los Campos de Asfódelos eran el lugar de las almas comunes.

El Tártaro era el abismo donde sufrían los titanes y los que habían ofendido a los dioses.

El mito de Hades y Perséfone

Hades era un dios solitario y reservado, que rara vez intervenía en los asuntos de los mortales.

Sin embargo, un día se enamoró de Perséfone, la hija de Zeus y Deméter, la diosa de la agricultura.

La raptó y se la llevó a su reino, donde la hizo su esposa.

Deméter, desconsolada por la pérdida de su hija, provocó un invierno eterno en la tierra.

Zeus, preocupado por el equilibrio del mundo, negoció con Hades para que devolviera a Perséfone.

Pero como ella había comido semillas de granada en el Inframundo, quedó ligada a ese lugar para siempre.

Así se acordó que Perséfone pasaría seis meses al año con su madre y seis meses con su esposo.

De esta forma se explicaba el ciclo de las estaciones: cuando Perséfone estaba con Deméter, era primavera y verano; cuando estaba con Hades, era otoño e invierno.

Perséfone y Hades fueron uno de los matrimonios más estables y fieles de la mitología griega.

El mito de Hades nos muestra una faceta diferente de la divinidad griega.

No era un dios cruel ni malvado, sino que cumplía con su función de custodiar las almas de los muertos.

Su reino era invisible para los vivos, pero no por eso menos importante.

Su historia con Perséfone nos habla del amor y la muerte, dos temas universales que siguen fascinando a la humanidad.