Estrategia del gobierno federal para resolver el conflicto
El bloqueo en Chilpancingo, Guerrero, que inició el pasado 8 de julio, ha generado una situación de tensión y violencia en la capital del estado.
Los manifestantes, que exigen la liberación de dos personas detenidas por delitos del fuero común y federal.
Han retenido a 13 funcionarios públicos, entre ellos cinco elementos de la Guardia Nacional.
El presidente Andrés Manuel López Obrador se negó a usar la fuerza pública para liberar a los rehenes y reveló la estrategia que su gobierno ha implementado para resolver el conflicto.
En su conferencia matutina de este martes, el mandatario respaldó la instrucción de la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
Rosa Icela Rodríguez, dijo al gabinete de Seguridad sobre no caer en provocaciones y afirmó que el gobierno no será rehén de nadie.
Asimismo, hizo un llamado a la población en Guerrero a no apoyar a los dirigentes de la organización que inició las movilizaciones y no dejarse manipular.
Diálogo, no violencia: la postura de la SSPC
“No se dejen manipular y nosotros no vamos a ser rehenes de nadie y que no estén pensando también que somos represores, como eran los de antes. No hay tortura en este gobierno, no hay masacres, no hay desapariciones, la instrucción que dio Rosa Icela y que fue apoyada por el gabinete de Seguridad fue no caer en provocación, porque puede ser que los jefes anden buscando eso, nada más que no se va a enfrentar, como lo dijo Rosa Icela, la violencia con la violencia.
“Quiero hacer un llamado a la gente de esta región de Guerrero, de Chilpancingo, de Chilapa, para que no se dejen manipular por quienes dirigen estas bandas que están vinculadas a la delincuencia, que no se expongan porque si los obligan, amenazan, pues que actúen con prudencia, con cuidado, que no se confronten con los dirigentes de estos grupos, que se queden callados, pero que no se dejen manipular”, dijo.
López Obrador aseguró que Guerrero es uno de los estados en todo el país que recibe mayor número de apoyos.
Como parte de los programas de bienestar, entre ellos la entrega de fertilizantes gratuitos y la pensión de adultos mayores.
Por su parte, la secretaria Rosa Icela Rodríguez detalló que los funcionarios que están retenidos por los manifestantes son cinco elementos de la Guardia Nacional.
Cinco de la policía estatal, dos trabajadores de la Secretaría de Gobierno del estado y uno de la Secretaría de Gobernación (Segob).
Destacó que están en buen estado de salud e indicó que se instruyó, en coordinación con el gobierno de Guerrero, instalar una mesa de diálogo para liberarlos.
“Estamos, como lo dije anteriormente, que se instale una mesa de diálogo. (…) Nosotros estamos con la directriz de diálogo, diálogo y más diálogo”, resaltó.
La ola de violencia que desató el bloqueo
El bloqueo en Chilpancingo se originó después de una jornada de violencia que se registró el pasado sábado 8 de julio en la ciudad.
De acuerdo con los reportes disponibles, se trató de ochos atentados en contra de operadores de transporte público.
Los cuales dejaron un saldo de al menos seis taxistas asesinados y al menos dos vehículos incendiados.
Alrededor de las 16:00 horas del sábado, los atentados comenzaron cuando las autoridades reportaron que dos taxis ardían en llamas con los choferes adentro en la región sur de la ciudad.
Cerca del fraccionamiento Virreyes, donde murieron incinerados.
Luego, hombres varios armados asesinaron a balazos al conductor de una vagoneta de la ruta Chilpancingo-Petaquillas.
Así como a otro conductor en la base de combis de la ruta Circuito Azul-Borbollón, cerca de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro).
Los ataques continuaron durante la noche del sábado y la madrugada del domingo.
Cuando se reportaron otros tres taxistas asesinados en distintos puntos de la ciudad.
Las autoridades estatales y federales han atribuido estos hechos a una disputa entre grupos delictivos que operan en la zona.
El bloqueo en Chilpancingo ha generado un clima de incertidumbre y zozobra entre los habitantes de la capital guerrerense.
Quienes esperan que se restablezca el orden y la paz en la ciudad.