Una crítica directa al legado de Zedillo
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha decidido poner sobre la mesa un tema que por años ha sido motivo de controversia: el Fobaproa. A través de su conferencia matutina, la llamada «Mañanera del Pueblo», se anunció que el tema será abordado públicamente desde este miércoles, con el objetivo de explicar el impacto económico y social que dejó la medida adoptada durante el sexenio del expresidente Ernesto Zedillo.
Una nueva narrativa desde Palacio Nacional
Sheinbaum aseguró que es momento de hablar con claridad sobre lo que ocurrió durante el gobierno priista, cuando el Fondo Bancario de Protección al Ahorro fue implementado con el fin de «rescatar» a los bancos en medio de una crisis financiera. Según la mandataria, con esta decisión, los grandes capitales fueron salvados, mientras que las familias mexicanas quedaron desamparadas.
«Cayeron en el no pago y lo perdieron todo… nunca fueron rescatados», puntualizó la presidenta, al referirse a la población afectada.
Privatización, masacres y privilegios
Además del Fobaproa, Sheinbaum adelantó que también se hablará de otras decisiones tomadas por Zedillo, como la privatización de los ferrocarriles y las masacres ocurridas durante su sexenio. La presidenta señaló que no se puede permitir el silencio histórico frente a decisiones que marcaron profundamente al país.
Asimismo, destacó la incongruencia de que el exmandatario, actualmente con una pensión superior a los 140 mil pesos mensuales, se presente como defensor de la democracia.
Acusaciones cruzadas y respuesta de Zedillo
La reacción del expresidente no se hizo esperar. A través de un comunicado, Zedillo acusó a Sheinbaum de recurrir a «calumnias e insultos», evitando el debate racional. Según él, las declaraciones de la presidenta son una repetición de los argumentos expresados por su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, a quien también responsabilizó de «destruir la democracia» con la reforma judicial.
Además, propuso que un auditor independiente examine los proyectos del sexenio anterior, insistiendo en que las reformas impulsadas por Morena fueron aprobadas con violaciones constitucionales.
El pasado vuelve al presente
Con esta nueva estrategia comunicativa, Sheinbaum busca abrir un diálogo histórico sobre decisiones que, a su juicio, han sido protegidas por el silencio político. El Fobaproa, lejos de quedar como un asunto del pasado, se convierte así en un símbolo de la lucha entre dos visiones de país: una que privilegió a las élites financieras, y otra que, según la actual presidenta, busca justicia para el pueblo.