La Presidenta defiende la música regional mexicana
En medio de la controversia generada por la reciente prohibición en Nayarit sobre la interpretación y reproducción de narcocorridos y otros géneros musicales relacionados con la apología del delito, la Presidenta Claudia Sheinbaum se mostró en desacuerdo con esta medida. La funcionaria expresó que prohibir un género musical no es la solución, sino que se debe fomentar la concientización y la educación.
En contra de las prohibiciones
Sheinbaum subrayó que, a su juicio, es más importante cambiar la percepción sobre los «corridos tumbados» y otros géneros similares a través de la educación y la concientización. “No estoy de acuerdo en prohibir, estoy de acuerdo en la concientización, en la educación», señaló en un reciente evento. La Presidenta insistió en que, en lugar de la censura, se deben abrir nuevas formas de expresión dentro de este género, orientadas a alejarlo de la violencia, las drogas o la discriminación hacia las mujeres.
El festival de Durango como alternativa
Sheinbaum aprovechó la oportunidad para hablar sobre el festival de Durango, que se celebrará próximamente con el objetivo de exaltar y reivindicar el género del corrido tumbado. Aunque aún no se ha definido la fecha, se espera que el evento sirva como plataforma para mostrar un lado positivo de la música mexicana, destacando letras que promuevan el amor, la paz y valores constructivos.
Durante su intervención, la Presidenta destacó que los festivales como el de Durango buscan revalorizar el corrido tumbado y otros géneros regionales, pero con un enfoque diferente: “Que reivindiquemos otras cosas distintas, como el amor, la paz, la felicidad, el desamor… todo lo que queremos de la música mexicana, pero que no sea el enaltecimiento de la violencia”, explicó.
Música como reflejo cultural
La propuesta de Sheinbaum es una invitación a resignificar géneros musicales que han sido históricamente asociados con temas de violencia y narcotráfico. Su enfoque pone en primer plano la capacidad de la música para ser una herramienta de cambio y reflexión, sin recurrir a la censura.
Con esta postura, Sheinbaum reafirma su compromiso con el fortalecimiento de la cultura mexicana, promoviendo la diversidad musical sin sacrificar el respeto por los valores y la conciencia social.