El silencio de Sheinbaum ante el premio
Durante la reciente conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum fue cuestionada directamente por la prensa nacional. El tema central fue el Premio Nobel de la Paz otorgado a la líder opositora venezolana María Corina Machado. Ante la insistencia de los medios de comunicación, se optó por una respuesta breve y reservada por parte de la mandataria. Fue declarado un contundente «sin comentarios» respecto al galardón entregado en Oslo, Noruega. Esta postura de silencio ha sido mantenida consistentemente por el Ejecutivo federal frente al reconocimiento internacional de la opositora.
La negativa a profundizar en el tema fue justificada mediante los principios históricos de la diplomacia mexicana. Se reiteró que la política exterior del país se rige estrictamente por la autodeterminación de los pueblos. Según lo expresado en Palacio Nacional, no se emitirán juicios que puedan interpretarse como injerencia en asuntos de otras naciones. Fue enfatizado que la Constitución mexicana establece la no intervención como un mandato ineludible para el gobierno. Por ello, se evitan posicionamientos que comprometan la neutralidad diplomática de México en conflictos externos.
Contexto de la diplomacia mexicana
La estrategia de comunicación busca evitar confrontaciones directas con los actores políticos de la región sudamericana. Se ha observado que el gobierno prefiere mantener canales institucionales abiertos en lugar de sumarse a condenas o felicitaciones internacionales. Mientras la atención global se centraba en la ceremonia de premiación de Machado, en México se priorizó el discurso de soberanía. Esta línea de acción es congruente con posturas anteriores adoptadas frente a la crisis política venezolana. El respeto a las decisiones internas de cada país es considerado la base de las relaciones internacionales actuales.
Finalmente, la frase «sin comentarios» fue utilizada para cerrar definitivamente el capítulo ante la opinión pública. Se busca prevenir cualquier tensión diplomática que pudiera surgir de una declaración oficial malinterpretada. La administración federal se mantiene firme en su decisión de no tomar partido explícito en la disputa venezolana. Así, el respeto a la soberanía ajena continúa siendo el argumento central para evadir la polémica del Nobel. Con esta declaración, se reafirma la continuidad de la doctrina de política exterior vigente.



