Movilización pacífica para frenar la gentrificación
En la Ciudad de México, la segunda marcha contra la gentrificación ha sido convocada para exigir que se detenga el proyecto Fuentes Brotantes 134. Esta movilización ha sido impulsada con el propósito de reivindicar el derecho a la vivienda y denunciar que la gentrificación no representa desarrollo, sino un despojo de espacios y comunidades.
Preparativos y primeras acciones
Se reportó que, a media hora de iniciar la marcha desde la estación Fuentes Brotantes del Metrobús, varios negocios en la zona fueron tapiados y cerrados como medida de precaución. Por otro lado, elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana fueron desplegados para facilitar la circulación sobre avenida de los Insurgentes.
Desarrollo pacífico y protestas
El contingente se congregó de manera pacífica frente a la estación, donde se pegaron folletos para invitar a una protesta sin violencia. Más adelante, sobre la estación Félix Cuevas, un grupo de manifestantes realizó un cierre vial temporal, sin que se reportaran incidentes graves.
Avance y posicionamientos
Tras expresar su rechazo al megaproyecto Fuentes Brotantes 134, los colectivos avanzaron sobre avenida Insurgentes hacia el Caminero. En este punto, fueron encapsulados durante varios minutos, mostrando la tensión que se vive cuando se defienden los espacios urbanos frente a la gentrificación.
Incidentes y dispersión
Aunque la mayor parte de la marcha se mantuvo pacífica, se registraron pintas, destrozos y agresiones menores en la estación del Metrobús Perisur. Una joven fue atendida tras recibir un golpe con una piedra. La protesta quedó detenida en esa zona, y con el paso del tiempo, los manifestantes se dispersaron, mientras la policía capitalina resguardaba la avenida.
La gentrificación ha sido impuesta como un proceso que desplaza a los habitantes, negándoles el acceso digno a la vivienda. Esta marcha es un llamado urgente para detener estos proyectos que afectan a comunidades enteras. Es fundamental reconocer y respetar el derecho a la vivienda, porque la gentrificación no es desarrollo, es despojo.