Concierto de despedida de Ozzy Osbourne
En un evento cargado de emoción, Ozzy Osbourne se reunió con los miembros originales de Black Sabbath para ofrecer un último concierto, marcando así su retiro definitivo de los escenarios.
Una noche para la historia
El concierto titulado Back to the Beginning fue realizado en Birmingham, ciudad natal de la banda. En el escenario, Osbourne fue acompañado por Geezer Butler, Tony Iommi y Bill Ward, quienes no se presentaban juntos desde hace más de veinte años. La actuación fue calificada como la despedida oficial de una de las agrupaciones más influyentes del heavy metal.
Interpretaciones inolvidables
Con una producción imponente, Ozzy Osbourne apareció sentado en una silla negra adornada con un murciélago, símbolo clásico de su imagen. El público fue transportado a través del tiempo con la interpretación de temas icónicos como “Paranoid”, “War Pigs”, “N.I.B.” y “Iron Man”. Al finalizar, Osbourne agradeció entre lágrimas diciendo: “Gracias de todo corazón. Los quiero. Los queremos”.
Invitados de lujo y causa solidaria
El evento fue presentado por Jason Momoa y contó con la presencia de grandes nombres del rock como Metallica, Guns N’ Roses, Slayer y Alice in Chains. También subieron al escenario Billy Corgan, Tom Morello, Travis Barker y Steven Tyler, quien interpretó “Whole Lotta Love” junto a Morello. Todos los ingresos fueron destinados a organizaciones como Cure Parkinson’s y el Hospital Infantil de Birmingham.
Una lucha personal compartida
Desde 2020, Ozzy Osbourne ha enfrentado el párkinson, condición que hizo pública en una entrevista. A pesar del diagnóstico, continuó activo y se mantuvo cercano a sus seguidores. Esta presentación fue vista como una despedida consciente, emotiva y simbólica de su trayectoria.
Legado de una leyenda
Formado en 1968, Black Sabbath es considerado el pilar del metal moderno. Con su inclusión en el Salón de la Fama del Rock and Roll en 2006 y múltiples premios Grammy, su influencia ha trascendido generaciones. La última actuación de Osbourne reafirma el impacto que deja una de las voces más emblemáticas del rock.
Este concierto no solo marcó el final de una carrera, sino que selló el legado de Ozzy Osbourne como leyenda viva del metal.
