Un fracaso millonario
Atlas, la nueva apuesta de Netflix protagonizada por Jennifer López, no logra cautivar al público. La trama, llena de clichés, carece de profundidad.
¿Superficialidad en la ciencia ficción?
¿Se puede catalogar una película como superficial? Esa fue la primera impresión que dejó Atlas, el último estreno de ciencia ficción de Netflix. Una sensación difícil de sacudir a medida que avanzaba su metraje. Ni Jennifer Lopez logró salvarla. Por momentos, el guion parece querer generar empatía con los personajes y su odisea particular.
Vínculos emocionales que no cuajan
Atlas intenta generar vínculos emocionales, pero estos nunca terminan de cuajar del todo. Falta ese toque personal que humaniza las grandes historias. La película presenta un futuro distópico donde la inteligencia artificial se ha rebelado contra la humanidad, causando millones de muertes. Jennifer López encarna a Atlas Shepherd, una mujer obsesionada con atrapar al robot villano responsable del caos.
Un villano robótico insulso
Sin embargo, lejos de representar una amenaza terrorífica, este archienemigo robótico resulta ser un cliché más. Parece que los realizadores no se atrevieron a explorar en profundidad los verdaderos desafíos que plantea el avance tecnológico descontrolado. Aunque la trama nos regala espectaculares secuencias de acción y efectos especiales de primer nivel, el argumento mismo se queda estancado en un lugar muy convencional.
Una gran producción hueca
Atlas se cierra con la sensación de haber visto una gran producción hueca. Demasiado enfocada en la experiencia audiovisual y poco interesada en tomar postura sobre los grandes dilemas éticos y filosóficos que debería plantear su premisa futurista.
Conclusión
El fracaso épico de Netflix con Atlas deja un mal sabor. A pesar de su inversión millonaria y la participación de una estrella como Jennifer López, la película no logra profundizar en su trama ni generar una conexión significativa con el espectador. Una apuesta más por el espectáculo visual que por la sustancia narrativa.