El discurso de Netanyahu y su rechazo al Estado palestino
El reciente discurso del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha sido objeto de una intensa controversia. Durante su intervención, se reiteró la firme postura de Israel en contra del reconocimiento de un Estado palestino, una idea que fue descrita como un “suicidio nacional” y una recompensa a Hamas. Esta declaración fue hecha frente a un auditorio parcialmente vacío, debido al abandono de la sala por parte de decenas de delegados en señal de protesta.
Delegados abandonan la Asamblea
Un momento significativo del evento fue cuando decenas de delegados de más de 50 naciones optaron por abandonar el recinto justo cuando Netanyahu subía al estrado. La escena, con filas de asientos vacíos, fue una clara muestra del creciente aislamiento internacional que enfrenta su gobierno. A pesar del abucheo de una parte de los asistentes, se mantuvo la postura de que Israel “debe terminar el trabajo” contra el movimiento palestino en Gaza, rechazando tajantemente cualquier imposición de un Estado terrorista por la fuerza.
Declaraciones y críticas a líderes mundiales
Durante su alocución, se dirigió un mensaje contundente a los líderes mundiales que han reconocido la posibilidad de la solución de dos Estados. Se les acusó de rendirse cuando las cosas se pusieron difíciles y de luchar contra Israel mientras el país combate a terroristas. Fueron calificadas como «líderes débiles» las acciones de las naciones que apoyan el reconocimiento de Palestina. Afirmando que apaciguan al mal en lugar de apoyar a una nación que los protege. Además, se reveló que, en privado, muchos de los líderes que condenan públicamente a Israel le agradecen en secreto.
Reacciones al discurso
Las reacciones no se hicieron esperar. Hamas consideró que el boicot al discurso es una manifestación del aislamiento de Israel y las consecuencias de su ofensiva. Por su parte, un funcionario de la Autoridad Nacional Palestina criticó las palabras de Netanyahu, asegurando que estaban “saturadas de mentiras y falsificaciones”. Incluso el Foro de las Familias de Rehenes condenó el llamado a “terminar el trabajo” en Gaza, pues se considera que pone en peligro a los cautivos que aún se mantienen en la franja. El discurso parece haber sido dirigido en gran medida a la base nacionalista y evangélica de Estados Unidos que apoya a Israel.