El nuevo giro vanguardista de Rosalía
La estrella del pop español, Rosalía, ha anunciado su próximo y cuarto álbum de larga duración, Lux. Este trabajo es presentado como un giro emocionante en su carrera vanguardista, explorando lo divino femenino, la fe y las brutalidades del romance. El álbum destaca por su audacia formal, ya que contiene letras en 13 idiomas diferentes, incluyendo su español materno, catalán, inglés, latín, siciliano, ucraniano, árabe y alemán, entre otros. Este esfuerzo es el resultado de más de dos años de trabajo dedicados a la música.
El Proceso Creativo Multilingüe
Gran parte del tiempo de producción fue dedicado por la artista a aprender cómo escribir y cantar de forma convincente en otras lenguas. Se ha informado que el proceso involucró el uso inicial de herramientas de traducción, seguido de consultas con traductores profesionales y profesores que la instruyeron en las sutilezas de la fonética. Se enfatiza que el resultado es «bastante humano», descartando el uso de trucos de inteligencia artificial. La investigación fue emprendida no solo como un acto de fidelidad intercultural, sino también como una declaración de apetito artístico.
Un Sonido entre lo Clásico y lo Industrial
Lux es descrito como un «rompecabezas» que se basa tanto en tradiciones operísticas y clásicas como en el pop. El álbum cuenta con la participación de la Orquesta Sinfónica de Londres, con arreglos de Caroline Shaw. La producción, manejada por la propia Rosalía junto a Noah Goldstein y Dylan Wiggins, ofrece un sonido que varía entre el «rugido y aspereza» y momentos etéreos. La inspiración principal, según se reporta, es la mística femenina. Se mencionaron lecturas de hagiografías, Simone Weil y el trabajo de figuras como Hildegarda de Bingen como influencias clave.
La Definición del Pop
A pesar de la complejidad operística y la experimentación, se mantiene la idea de que Lux es pop. La artista considera que su música es «otra forma de hacer pop», siguiendo el camino de figuras como Björk (quien colabora en el álbum) y Kate Bush. Se reconoce que este enfoque es demandante para el público en la «era de la dopamina», ya que el oyente promedio no entenderá todas las letras. Sin embargo, el objetivo es crear una obra que invite a la concentración y demuestre que la artista «pertenece al mundo», rechazando el estatismo y buscando siempre la libertad creativa.



