Un reconocimiento que celebra la música alternativa
Mon Laferte, la reconocida cantante chilena, ha sido galardonada con el Latin Grammy al Mejor Álbum de Música Alternativa gracias a su más reciente producción, Autopoiética. Este triunfo consolida su posición como una de las artistas más influyentes de la música latinoamericana.
Una carrera premiada
Mon Laferte obtuvo su segundo Latin Grammy, un logro que destaca su contribución al panorama musical del continente. Previamente, fue reconocida en 2019 por su álbum Norma, y ahora, con Autopoiética, reafirma su capacidad de innovar y conectar con su audiencia.
Dedicación a mujeres icónicas
Durante la ceremonia, Mon Laferte dedicó su premio a figuras femeninas que han inspirado su arte y lucha: Gabriela Mistral, Violeta Parra y Madonna. Estas mujeres, cada una en su ámbito, han sido símbolos de resistencia y creatividad, valores que la cantante también defiende.
Un mensaje poderoso
En su discurso, la artista recordó su gesto icónico en la alfombra roja de 2019, cuando se presentó en topless como una forma de manifestación. Este acto, explicó, fue una declaración de la importancia de la libertad creativa y un llamado a resistir las normas que limitan la expresión artística de las mujeres.
“Ese privilegio de crear se convierte en un acto de resistencia. Por suerte tenemos la música, la poesía, las artes visuales, el cine, la forma en cómo nos vestimos. A veces incluso enseñando las tetas, y aunque incomode, ofenda o escandalice, es un triunfo para todas las mujeres que resistimos con pasión el seguir creando”, expresó Mon Laferte.
Más allá de un premio
El éxito de Mon Laferte no solo reside en los premios que recibe, sino también en el impacto de su mensaje. Su compromiso con la expresión artística y la equidad de género la posiciona como una referente cultural que trasciende la música.
Con Autopoiética, la cantante no solo celebró un logro personal, sino que también llevó al escenario la voz de mujeres que, a través de sus obras y sus luchas, han transformado el mundo. Mon Laferte continúa demostrando que el arte es, ante todo, una herramienta de resistencia y cambio.