Un descanso merecido para Adele
Adele ha dejado a sus seguidores con el corazón partido tras anunciar su retiro temporal de los escenarios. La cantante británica de 36 años culminó su residencia en Las Vegas con un emotivo concierto, el número cien en el Caesars Palace. Con lágrimas en los ojos, la artista se despidió de su público, dejando claro que este paso es necesario para su bienestar personal.
El fin de una etapa profesional
Este adiós no fue una sorpresa para los fans de la cantante. Hace meses, Adele había declarado que se sentía «emocionalmente agotada», explicando que su «depósito estaba vacío». Durante su residencia, que duró dos años, Adele se presentó todos los viernes y sábados en Las Vegas, siendo una de las más grandes residentes en la historia del Caesars Palace. A pesar de la tristeza por el cierre de esta etapa, la cantante expresó su felicidad por haberla vivido.
«Estoy muy triste de que esta residencia haya terminado, pero también muy contenta de que haya ocurrido», dijo Adele, dirigiéndose a su audiencia. El cariño de su público fue palpable, pero la cantante no sabe cuándo regresará a los escenarios. «Lo echaré mucho de menos, pero no sé cuándo querré volver a cantar», compartió entre lágrimas.
Un futuro dedicado a la familia
Adele, que ha sido una madre dedicada, aprovechó la ocasión para agradecer el apoyo de su familia. Dirigiéndose a su hijo Angelo, de 11 años, la cantante destacó la importancia de esta residencia, que le permitió equilibrar su vida familiar con su carrera. «Elegí hacer esta residencia para poder mantener una vida normal», confesó Adele, añadiendo que no cambiaría esa decisión «por nada del mundo».
La artista también dedicó unas emotivas palabras a su prometido, Rich Paul, quien ha estado a su lado durante este tiempo. En su discurso, Adele agradeció a Paul por su apoyo incondicional, especialmente en momentos de estrés y cansancio emocional. «Gracias por hacerme sentir que podía hacer lo que quisiera», dijo, antes de besarle en frente del público.
¿Qué sigue para Adele?
Al final de su concierto, Adele dejó claro que no tiene planes inmediatos. «Ahora no tengo ningún maldito plan», bromeó, pero con una sonrisa que sugería que lo que venga será en sus términos. Quizás, después de este descanso, la cantante se enfoque en otros aspectos de su vida personal, como su familia, o incluso en nuevos proyectos.
Este adiós, aunque temporal, marca una nueva etapa en la vida de Adele, quien ya ha anunciado su deseo de desconectar de la fama para estudiar literatura y disfrutar más de su vida privada.