Medidas clave para el 2025
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha dado un paso importante en su operación al implementar nuevos ajustes al gasto y reformas institucionales. En un contexto de austeridad, la universidad ha diseñado un programa para hacer un uso más eficiente de los recursos y mantener su enfoque en la educación, investigación y cultura.
Programa de racionalidad presupuestaria 2025
Ayer, la UNAM presentó el Programa de Racionalidad Presupuestaria 2025, una iniciativa que regirá el manejo de los recursos financieros de la universidad. Este programa será de aplicación obligatoria para todas sus escuelas, facultades y entidades, con el objetivo de garantizar un manejo eficiente y eficaz de los fondos.
Se destaca que el programa está alineado con las medidas de austeridad impulsadas por el gobierno federal, además de estar basado en los principios de transparencia y rendición de cuentas. Las disposiciones contemplan una serie de restricciones y ajustes, como la reducción de viajes, viáticos, y gastos en telefonía y vehículos. Se priorizará la digitalización de obras y la comercialización de contenidos electrónicos.
Consejo Asesor para la Reforma Institucional
Paralelamente, la UNAM instaló el Consejo Asesor de la Coordinación de Reforma Institucional y Prospectiva Universitaria. Este organismo será responsable de proponer cambios y ajustes que permitan a la universidad adaptarse a los retos nacionales y seguir a la vanguardia de las transformaciones sociales, políticas y académicas.
El rector, Leonardo Lomelí Vanegas, subrayó que la reforma continuará basándose en la democracia universitaria, que se nutre de la deliberación y reflexión informada a través de sus cuerpos colegiados. El Consejo Asesor trabajará para que la UNAM mantenga su autonomía y siga siendo un referente en el ámbito educativo del país.
Revisión de gastos y salarios
Dentro de las medidas para el año 2025, se eliminarán plazas vacantes y se reducirá la partida presupuestal de combustibles en un 30%. Además, se ha determinado que no habrá aumentos salariales para los funcionarios adscritos a la rectoría, y se revisarán los tabuladores de sueldos para cumplir con las disposiciones federales vigentes.
En cuanto a la contratación de personal, solo se autorizarán nuevas plazas cuando sean estratégicamente necesarias para nuevos proyectos académicos. La universidad también ha optado por eliminar pagos extraordinarios y se compromete a una mayor eficiencia en el uso de recursos para las reuniones de trabajo y otros gastos administrativos.
En resumen, estos ajustes al gasto y la reforma institucional que la UNAM pone en marcha para 2025 reflejan su compromiso con la sostenibilidad financiera, la eficiencia administrativa y la calidad educativa.