Cómo se produce y por qué es una alternativa sustentable
La carne cultivada es aquella que se obtiene a partir de células animales que se multiplican en un medio de cultivo controlado, sin necesidad de sacrificar a ningún animal.
También se le conoce como carne in vitro, carne de laboratorio o carne limpia.
Es una tecnología que busca ofrecer una opción de consumo de carne que sea más ética, saludable y ecológica que la carne convencional.
Hoy, por primera vez, los reguladores de Estados Unidos aprobaron la comercialización de pollo producido a partir de células animales.
Permitiendo a dos empresas de California ofrecer carne «cultivada en laboratorio» a restaurantes y, eventualmente, a supermercados en todo el país.
El Departamento de Agricultura ha dado su aprobación a Upside Foods y Good Meat, dos compañías comprometidas en convertirse en las primeras en Estados Unidos en vender carne que no proviene de animales sacrificados, sino de lo que ahora se conoce como carne «cultivada«, que se produce en laboratorio y llega directamente a la mesa.
Esta medida marca el comienzo de una nueva era que busca eliminar la necesidad de matar animales y reducir significativamente los impactos ambientales asociados con la cría de ganado, el cultivo de alimentos para animales y los residuos animales.
¿Qué es el proceso de fabricación de la carne cultivada?
Para producir esté producto, se necesita obtener células madre o precursoras del tejido muscular de un animal vivo, un huevo fertilizado o un banco de células.
Estas células se colocan en un biorreactor, que es un recipiente donde se les proporciona un medio de cultivo con nutrientes, factores de crecimiento y oxígeno.
Las células se adhieren a una estructura tridimensional que les da soporte y estimula su diferenciación y maduración. Así se forman fibras musculares que pueden agruparse para dar lugar a diferentes tipos de productos cárnicos, como filetes, hamburguesas o nuggets.
¿Qué ventajas tiene la carne cultivada frente a la convencional?
La carne cultivada tiene varias ventajas frente a la convencional, tanto para los animales como para los humanos y el planeta. Algunas de ellas son:
- Evita el sufrimiento y la muerte de miles de millones de animales que son criados y sacrificados cada año para obtener su carne.
- Reduce el riesgo de enfermedades transmitidas por los animales o por la contaminación bacteriana de la carne, ya que se produce en condiciones estériles y controladas.
- Disminuye el impacto ambiental de la producción cárnica, que es una de las principales causas del cambio climático, la deforestación, la pérdida de biodiversidad, la contaminación del agua y el suelo y el uso ineficiente de recursos naturales.
- Permite una mayor diversidad y personalización de los productos cárnicos, al poder modificar su composición nutricional, su sabor, su textura y su forma.
¿Qué desafíos tiene la carne cultivada para llegar al mercado?
La carne cultivada es una tecnología emergente que todavía tiene que superar varios desafíos para llegar al mercado y al consumidor final. Algunos de ellos son:
- Reducir el costo de producción, que actualmente es muy elevado debido al uso de medios de cultivo caros y a la falta de escala industrial.
- Mejorar la calidad sensorial y organoléptica de la carne cultivada, que todavía no logra imitar completamente las propiedades de la carne convencional, especialmente en cuanto a textura y jugosidad.
- Obtener la aprobación regulatoria y la aceptación social de la carne cultivada, que implica demostrar su inocuidad, su valor nutricional y su beneficio para el bienestar animal y el medio ambiente.
- Educar e informar al consumidor sobre las características y ventajas de la carne cultivada, así como sobre los riesgos y problemas asociados a la carne convencional.
La carne cultivada es una innovación que promete revolucionar el sector alimentario y contribuir a un mundo más justo, saludable y sustentable.
Aunque todavía no está disponible comercialmente, ya hay varias empresas e instituciones que trabajan en su desarrollo y perfeccionamiento. Se espera que en los próximos años podamos ver los primeros productos cárnicos cultivados en los supermercados y restaurantes del mundo.